Existe y es muy famoso el experimento de Masaru Emoto, japonés.  Este experimento consistió en tener dos recipientes iguales, llenos con agua:

  • En una habitación un grupo de personas le decía cosas positivas a un recipiente con agua y luego congelaron el receptáculo.
  • En otra habitación, al otro recipiente con agua, un grupo de personas le decía cosas negativas y feas al envase y luego lo congelaron.

Luego de un tiempo de congelación observaron microscópicamente el agua congelada de ambos recipientes y se encontraron con:

Recipiente que recibió energía positiva

Recipiente que recibió energía negativa



 

 

 

  • El experimento se repitió de igual manera, pero esta vez, no verbalizaron, sino que pensaron cosas positivas o negativas y el resultado fue exacto.



Se dan cuenta la importancia de este experimento, nosotros que somos 75% de agua, programable con palabras, pensamientos nuestros y de otros…

En varias terapias se nos enseña a hacer “Elixires” con un conservante, agua purificada, símbolos o gemas que se introducen a la botella con agua y se “activan” programándolos para sanación. Luego se traspasan a frascos nuevos con gotario y se le da a beber 5 gotas, 4 veces al día a algún consultante o para nosotros mismos. Se puede consumir de manera similar a Flores de Bach o programarla como si fuera un medicamento.

En geometría sagrada se nos enseña a poner símbolos debajo de nuestros platos de comida o vasos de agua, al igual que de mascotas y se intencionan con amor, sanación, evolución, etc.

Por eso también decretamos bajo la ducha y usamos Ho’oponopono en nuestras botellas o recipientes de agua.

Positivizamos nuestro lenguaje y nuestros pensamientos para provocar programaciones positivas.

Podemos pegar símbolos o instrucciones sobre la botella de agua que beberemos.

Si nos duele la cabeza podemos anotar y pegar la notita a la botella: “Esta agua sana mi Cabeza”.  

También podemos escribirle: Descanso reparador, Salud, Vitalidad, Amor, Alegría, Tranquilidad, etc.


Antes de dormirse, llene un vaso con agua. Cierre los ojos, vuélvalos ligeramente hacia arriba, mientras bebe el agua y dígase mentalmente: 

“Esto es todo lo que necesito para resolver el problema que tengo en mente”.

¿Cómo funciona? Los investigadores orientados psicológicamente sienten que cuando se bebe el agua con los ojos cerrados, la mente entra en un estado alerta.

 

He aquí algunas técnicas más científicas. 

Ponga unas cuantas gotas de jugo de limón en su vaso de agua. El agua amplifica.

Sostenga el vaso con las puntas de los dedos de ambas manos, manteniendo sus dedos ligeramente separados. 

Cuando usted pone jugo de limón en el agua, el jugo de limón, que es ácido, hace del agua más un electrolito. El limón cataliza.

Sus dedos proyectan esa energía, energía psicotrónica, la energía de la conciencia usada en la programación.