La soledad puede ser abordada desde distintos puntos de vista y, por tanto, existen muchas maneras de percibirla. 

Siempre digo que hay que diferenciar entre estar sola y sentirse sola y creo que la gran diferencia la hará el cómo nosotros nos trabajemos para ello.

Yo muchas veces me he catalogado como algo “antisocial” ya que amo estar en mi casa conmigo, y me siento fácilmente invadida, pero trabajo en esto para no volverme una antisocial y participo y organizo juntas sociales. La familia y amigos son lo más importante. Pero el hecho de buscar esta soledad, siento que me hizo tener “un mundo interior propio, tan entretenido, tan hecho a mi medida…” este mundo me ha llevado a conocerme y a saber qué me gusta y qué no, eso hace que pueda buscar y proveerme de las herramientas para aliviarme emocionalmente.  

No digo que lo hago perfecto ni que soy dueña de la verdad, pero en base a mi experiencia, les digo que aprovechen esos espacios con ustedes mismas para habitarse, para conocerse, no escatimen en hablar solas, cantar y disfrutar como niña de 12 años con lo que sea que las haga feliz.

La soledad yo la considero como una pausa y una no debiera esconder este disfrute, es importante no culparse del por qué está la ausencia de parejas o hijos, son decisiones que tomamos y de seguro son las mejores para cada uno de nosotros.

Recuerdo cuando pequeña me decían que tenia que tener hijos por qué “¿quién me iba a pasar un vaso de agua cuando fuese vieja?” y siento que eso nos hace validar nuestros amigos, nuestra familia y si hay hijos, está muy bien, pero no están acá para asistirla a una.

La soledad nos hace valorar esas juntas, esas amistades, esas conversaciones con las amigas, solo tienen que estar agendadas en el momento propicio para cada una.

Mi intención es destacar lo valioso que hay en cada uno de nosotros cada vez que estamos solos. En momentos en los cuales contamos cada vez con menos tiempo para nosotros, es muy importante un punto de equilibrio que nos permita identificar ciertos patrones poco favorables y potenciar aquellos que nos beneficien para llevar una vida con mayor enfoque y así poder brindar lo mejor de nosotros a nuestro entorno.

Si rechazas la soledad, revisa:

  • ¿Te incomoda mucho estar sola? Revisa si lo que haces es evadir estar contigo misma y que en general estás buscando actividad, personas, incluso situaciones de vida de otras personas para no estar en las tuyas.
  • Revisa la dependencia o apego que puedas tener con alguna pareja o amiga o familia, a tal punto de insegurizarte cada vez que esa persona se aleja, mucho cuidado puedes ser un Vampiro energético.

 

Conócete y conéctate contigo misma, provéete lo que te hace feliz y disfruta los espacios como pequeños premios de tiempo como para darte un baño de tina, dormir una siesta, leer un buen libro, ver una buena serie, etc.

Disfruta de tu propia compañía, aprende a sentirte bien contigo (para lo cual necesitas conocerte antes), más que apresurarte a buscar a alguien que te acompañe en forma casi desesperada, aprende a sentirte bien contigo misma, esto te da consciencia de tu libertad e independencia.

Existen personas que necesitan tiempo y espacio solos, para alinearse y estar en mejores condiciones para si mismo y para otros, si el resto les cuestiona esas pausas y ceden…se están causando un daño enorme.  Recuerda priorizarte y reconciliarte con esa parte de ti misma que siempre llevas dentro y que estará contigo pase lo que pase. 

Nunca está de más recordar algunas frases para el bronce:  

“Mejor sola que mal acompañada” y “Nunca estamos solos”.