En un libro que leí, “La Novena Revelación” de James Redfield, que es una saga y en uno de ellos se analizaba la forma que ocupamos las personas para llamar la atención de otros y obtener la energía a costa de ellos. Él lo llamó “Dramas de Control”. Eso terapéuticamente se llama “Vampiros Energéticos” y se nos recomienda alejarnos de esas personas.
Es interesante saber que recurrimos a ese patrón cada vez que necesitamos energía y como no somos capaces de generarla nosotros mismos, se la hurtamos al otro.
Una vez que descubrimos ese patrón, podemos revisar si son heredados o cuál es su razón de ser, según la familia en que nacemos.
Recuerdo en un curso de Numerología con Kenita Larrain, nos explicaba que cuando la gente se enferma, claramente tiene toda la atención de esa familia y oraciones para su recuperación y una vez que se recuperan, las personas pueden sentir la falta de atención y cariño y se vuelven a enfermar, esto puede ser consciente o no y es porque les falta esa energía que les hace sentir completud y no importa cómo la consigan…
1 – El Pobre de Mi o Víctima: Estas personas están todo el día quejándose de sus problemas y desgracias, de cómo son constantemente atacadas por otros o por la vida. Como si el mundo entero estuviera en su contra y se esmeran en culpar a otros de sus desgracias. Atraen la atención – energía de otros con su pesimismo, llantos, dramas y crisis, de este modo atraen empatía y ganas de ayudarles a resolver sus asuntos. Son personas que seducen inicialmente por su vulnerabilidad y su necesidad de ayuda. Sin embargo, no les interesan realmente las soluciones porque entonces perderían su fuente de energía. Su comportamiento va desde convencer, defenderse, dar excusas, explicar reiteradamente, hablar demasiado.
2 – El Intimidador: Estas personas logran que todos les presten atención a fuerza de gritos, fuerza física, amenazas y exabruptos, mantienen a todos a raya porque temen desatar comentarios molestos, rabia y, en casos extremos, furia. La energía va hacia ellos debido a que los demás se sientan atemorizados y ansiosos. Los intimidadores siempre ocupan el escenario. Son personas básicamente egocéntricas, agresivas y su comportamiento puede ir desde dar órdenes, ser autoritarios, inflexibles y sarcásticos, a ser violentos.
3 – El Interrogador: Estas personas socavan el ánimo y la voluntad cuestionando mentalmente cualquier actividad y motivación. Son críticos hostiles, buscan formas de hacer sentir mal a los demás. Son hiper vigilantes, su comportamiento puede ir de ser cínicos, escépticos, sarcásticos, fastidiosos, perfeccionistas, santurrones, a ser viciosamente manipuladores. Inicialmente atraen a los demás con su ingenio, su lógica infalible, sus hechos y su intelecto.
4 – Inculpador Profesional: Son personas que están siempre en actitud de ataque, sobre reaccionan y buscan culpables por las situaciones que ellos mismos generan. Suelen ser verbalmente agresivos y abusivos, y en vez de quejarse como “el llorón”, atacan hasta a sus seres queridos. No es que sientan que el mundo está en contra de ellos, sino que cada uno de nosotros estamos en su contra.
5 – Reyes del Drama: Personas que comienzan cada frase con un “no sabes lo que me pasó ahora. Su vida fluctúa siempre en los extremos positivos o negativos, navegando de crisis en crisis y alimentándose del caos con el que manejan sus vidas. Cada una de sus experiencias pareciera ser un cóctel de intensas emociones. Son personas dramáticas y exageradas, que cuentan cada situación de su vida con un intenso histrionismo.
6 – El Distante: Las personas distantes están atrapadas en su mundo interior de luchas, miedos, y dudas sin resolver. Creen inconscientemente que, si se muestran misteriosos y desapegados, otros vendrán a rescatarlos. A menudo solitarios, mantienen distancia por temor a que otros impongan su voluntad o cuestionen sus decisiones. Piensan que tienen que hacer todo solos, no piden ayuda. Generalmente, consideran que su principal problema es la falta de algo. Su comportamiento va de no mostrar interés, no estar nunca disponibles, no cooperar, a ser condescendientes, a rechazar, oponerse y ser escurridizos, hábiles en el manejo de la indiferencia como defensa. Inicialmente, atraen gracias a su personalidad misteriosa e inaccesible.
7 – Conversador Constante: Son personas que hablan constantemente y lo hacen de manera muy detallada alargando el relato para mantener la atención. Estas personas están conectadas sólo con lo que les pasa a ellas, son incapaces de escuchar a los demás y usan a sus seres queridos como espectadores de sus eternos monólogos. También suelen apropiarse de historias de cercanos y cuentan esas historias con un nivel de detalle como si fuesen de ellos. Habla de manera continua para no habitarse y de esta forma consigue oyentes quienes le dan la energía que requiere.
8 – El adicto a la yugular: Son personas que interrumpen a su interlocutor diciendo que la situación de ellos es peor. Ante cualquier manifestación, lo que ellos sienten o han experimentado es mejor o más grande, como si la vida fuese un ranking. Muchas veces logran la competencia con la persona y comienza una comparación de quién sufre más.
Son personas pesimistas que están alertando sobre los riesgos de los planes y desafíos que las personas toman.
En los patrones que detallo, yo logré identificarme con 2 al parecer los voy alternando, desde que me di cuenta conscientemente lo he dejado de hacer, pero en situaciones repentinas, vuelvo a ellos como una receta infalible, con paciencia y lucidez podemos superarlo y lo que es más importante, es que nosotros mismos podemos generar la energía que necesitamos sin tocar la de otros.
Obsérvate e identifica tu Drama de Control y por sobre todo sé capaz de reconocer a las personas y sus patrones para proteger tus energías.
Recuerda realizarte limpiezas energéticas, o protegerte con algo de oro o de plata o cordón rojo o con las maravillosas ombligueras.