He aprendido que nosotros, o más bien, nuestra Alma, aparte de aceptar previamente, nuestra vida completa, nos permite escoger nuestros padres.
Y no los escogemos porque los reconozcamos o por cercanías o experiencias en encarnaciones anteriores, los escogemos porque la vida junto a ellos nos facilitará el cumplimiento de nuestra misión en esta encarnación, lo que ellos nos aporten como destino, karma, educación, posición social, entre otros.
Según el Maestro Pastor, cuando una pareja está en el acto sexual, genera una intensa elevación de energía cuya vibración se ubica en una de las esferas ubicadas en los planos sutiles. Esta esfera con la que se conecta esta pareja corresponde al nivel de su vibración, de su desarrollo para procrear, a la energía que han sabido liberar, a la manera como han vivido esa energía, a todo lo que son espiritualmente, hereditariamente y que corresponde a todo lo que pueden proponer como padres. Es una especie de oferta al mercado de Almas.
A su vez, cuando el Alma en su esfera ve qué destino podría obtener encarnándose en ese hogar con esos padres, envía su acuerdo y se forma el embrión.
Para que el Alma pueda evolucionar, deberá encontrarse en distintos roles, con distintas personas. Si un Alma se encontrara siempre con la misma pareja y en el mismo rol, no habría evolución y no habría diversidad.
Cuando pensamos en personas que no tuvimos hijos, pudiéramos entristecernos, pensando que ningún embrión nos escogió, pero creo debemos ir más profundo y ver si alguna vez nos sentimos respaldados en una relación de pareja para de manera consciente desear un bebé.
Creo también hay distintos tipos de padres, biológicos, adoptivos (ambos tipos son escogidos previo al nacimiento), como también hay distintos tipos de parentalidades, por ejemplo, el sentido y sentimiento que tenemos con ahijados, sobrinos, hijastros e incluso con mascotas, todos ellos nos permiten una fluidez de entregar y recibir amor, cuidado, proyección, etc, lo que nos hace evolucionar en los roles.
(Maestro Pastor, 08-11-87)
Nota: Lo que Pastor llama “esferas” ubicadas en los planos sutiles, es donde viven las almas humanas entre dos reencarnaciones.