Decretaremos por escrito lo que deseemos
Escribe una lista con todos tus deseos. Pueden ser deseos o sueños, a corto o a largo plazo. Sé lo más detallista que puedas y escríbelos en positivo (sin usar las palabras “no”, “ni”, “nunca”, etc). Si te vas a referir a algún aumento de sueldo o mesada, escribe la cantidad y especifica si es “líquido a recibir”, si quieres pon límites de fecha, como “desde hoy al 31 de diciembre 2020”.
Una vez terminado tu listado, mantenlo cerca de ti, en tu bolsillo, billetera, cajita de Reiki, agenda u otro, etc.
Lee tu listado en voz alta antes de dormirte y cuando te duches, prueba a verbalizar los deseos que recuerdes. Sé perseverante en estas acciones.
A medida que tus deseos se vayan concretando, los vas tickeando en tu listado.
A medida que tu listado se vaya deteriorando, haz una nueva lista, sin incluir los deseos ya cumplidos, pero agregando a los nuevos, aquellos anteriores que no se hayan manifestado aún. Fíjate si debes modificar fechas o datos.
Tu listado antiguo, lo quemas sobre un plato y las cenizas las echas en un macetero bonito de tu casa, diciendo “ahora te transformo en Vida”.
Como siempre les digo, no compartan este listado con nadie ni comenten sus deseos, salvo que estén muy seguros de que las personas a quienes les confíen este contenido, se sumarán al deseo de realización.
Al final de tus deseos, pon este texto de metafísica:
Padre yo deseo que se manifiesten mis deseos, que escribí en este papel, en armonía para todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina, bajo la gracia y de manera perfecta.
¡Gracias, padre que ya me oíste!